La intrusión en medicina estética: cuando la bata se queda en el perchero
- Dra. Inma González

- 12 nov
- 2 Min. de lectura
¡Hablemos sobre medicina estética!
En los últimos años, la medicina estética ha crecido a un ritmo imparable. Nuevas tecnologías, tratamientos cada vez más seguros y resultados naturales han despertado el interés de muchos… quizá demasiados. Porque, junto con este auge, ha aparecido un fenómeno preocupante: la práctica de tratamientos médicos por parte de profesionales que no son médicos.
Sí, has leído bien. En un sector que exige conocimiento anatómico, farmacológico y clínico, cada vez encontramos más casos de personas sin formación médica que aplican inyecciones, manejan aparatología o incluso prescriben productos. Todo, bajo el paraguas de la “belleza rápida” o el “retoque exprés”.
Pero la medicina estética no es una rama de la cosmética, es una disciplina médica. Y eso implica responsabilidad, diagnóstico, prevención de riesgos y, sobre todo, seguridad para el paciente. No se trata solo de “pinchar bien” o de “tener buen pulso”: se trata de entender qué hay debajo de la piel, qué puede salir mal y cómo actuar si sucede.
La intrusión profesional no solo degrada la profesión, sino que pone en riesgo la salud de las personas. Y lo más preocupante es que muchos pacientes ni siquiera saben que están en manos de alguien sin titulación médica.

Por eso, como médicos, tenemos una doble tarea:
Informar y educar al paciente, para que sepa distinguir entre medicina estética y estética sin base médica.
Defender nuestra profesión, manteniendo los estándares éticos y científicos que nos diferencian.
Porque la medicina estética debe ser un espacio de confianza, ciencia y bienestar —no un escaparate de ofertas ni un campo de experimentación sin control.
Así que en este primer café, quiero invitarte a reflexionar conmigo: ¿cómo podemos entre todos proteger la esencia de nuestra profesión? La respuesta empieza por algo muy simple: llamar a las cosas por su nombre y ejercer con responsabilidad. 💬 Y tú, qué opinas?
¿Has visto casos de intrusismo en nuestro sector? ¿Crees que los pacientes son realmente conscientes de los riesgos?
Te leo en los comentarios mientras compartimos este café y seguimos hablando de lo que más nos apasiona: la medicina estética, de verdad.
Els Col·legis Oficials de Metges podrien fer més per combatre l'intrusisme, que és especialment greu tractant-se de la salut dels pacients.